Esta tesis explora cómo ciertas obras literarias latinoamericanas contemporáneas configuran modos de percepción no occidentales a través de figuras narrativas que actúan como portales entre mundos. Partiendo de un corpus compuesto por La mujer desnuda (1950) de Armonía Somers, Eisejuaz (1972) de Sara Gallardo, “Chaco” (2016) de Liliana Colanzi y Cuando Sara Chura despierte (2003) de Juan Pablo Piñeiro, el trabajo propone una lectura situada en la intersección entre estudios literarios, pensamiento decolonial y antropología ontológica. En lugar de abordar estas obras como meras representaciones culturales, la tesis las asume como actos de pensamiento que ponen en juego una aiesthesis decolonial: formas de sensibilidad que desbordan la episteme moderna y articulan vínculos relacionales con el tiempo y lo no humano. Se argumenta que estas narrativas desestabilizan las categorías de sujeto, historia y realidad a través de formas narrativas cíclicas, figuras mediadoras y experiencias liminales que permiten acceder a realidades múltiples. Si bien los textos no proponen una restitución armoniosa de los mundos indígenas, sí señalan las huellas de una ontología relacional que re-existe. La literatura, en este contexto, no se limita a representar mundos posibles, sino que los crea, los afecta y los hace sensibles. Se encontró que lo que une a los personajes de estas obras es el “hambre espiritual”: sus trayectorias se articulan en torno a la búsqueda de una dimensión trascendente, impulsada por la intuición de una realidad que excede lo visible. Esta búsqueda emerge como respuesta al desequilibrio de una crisis profunda —la colonización— que fracturó profundamente tanto a las poblaciones originarias como a la naturaleza. Es precisamente este quiebre lo que da lugar a la aparición de “figuras portal”, capaces de transitar entre mundos: entre la vida y la muerte, entre lo humano y lo no humano. Estas figuras buscan recuperar saberes, restaurar prácticas espirituales todavía vigentes en muchas comunidades, y reactivar rituales de sanación y percepción que trascienden los límites del tiempo y del espacio. Este proyecto se inscribe así en una reflexión sobre la posibilidad de una lectura literaria que participe de la decolonización de los modos de sentir y conocer.